Cinco pasos para crear tu carta digital
«Una receta no tiene alma. Es el cocinero quien debe darle alma a la receta.» (Thomas Keller)
En el ámbito de la restauración, las cartas digitales suponen una importante renovación de los menús clásicos, a día de hoy obsoletos. Aunque las nuevas cartas no se introduzcan para reemplazar por completo a las que ya se tienen en formato papel, desde luego refrescarán la imagen del establecimiento, que podrá contar en todo momento con una carta moderna y personalizada.
La posibilidad de editar las fotografías de los platos, incorporar un filtro de alérgenos y modificar el menú cuantas veces se quiera, son algunos de los beneficios indiscutibles de esta herramienta.
Asimismo, la carta digital reporta una enorme utilidad y es de fácil manejo, pero no está de más recordar los pasos a seguir para implementarla con éxito en la actividad de un local:
1. Contratación del proveedor: será quien proporcione el servicio de carta digital al restaurante. Por esa razón, su elección resulta trascendental y es una de las decisiones más importantes que van a tomarse. De nada servirá el buen contenido de la carta, si el software no funciona y la experiencia del usuario termina siendo un fiasco. (Cómo debe y cómo no debe ser tu proveedor de carta digital)
2. Darse de alta: a continuación, una vez se ha resuelto la disyuntiva del proveedor, tocará darse de alta y comenzar a explorar las opciones que ofrece el servicio contratado. Entonces se configurará la carta digital con toda la información relativa a los menús, los precios, bebidas, etc.
3. Adquisición de tablets: podrán comprarse o, simplemente, alquilarse. De igual modo, en función de las preferencias de cada local, habrá que calcular la cantidad necesaria, así como escoger alguno de los modelos del mercado. A este respecto, ya dimos algunos consejos para no equivocarse (Tablets, cuáles y cuántas).
4. Descarga e instalación de la aplicación: se procederá a instalar la app en todas las tablets del restaurante, y, con solo introducir las credenciales en cualquiera de ellas, podrá accederse a la cuenta creada.
5. Comprobación de los datos: por último, cabe revisar la información que se ha subido (platos, ingredientes, filtro de alérgenos, etc), y, después de verificar que todos los datos son correctos, habrá finalizado la tarea de editar la carta digital.
Se trata de un proceso muy sencillo, pero Entrecartas ofrece un servicio complementario que sirve de guía en la creación y configuración de la carta, a fin de solventar cualquier dificultad que pueda presentarse. Para cualquier duda o consulta, escribid a info@entrecartas.com o llamad al 881 899 148.
En resumen, la buena comida, mérito del chef, es la base sobre la que se sustenta el prestigio de un establecimiento hostelero. Pero, a estas alturas, ya se sabe que la presentación, el ambiente y el cuidado de los pequeños detalles consiguen fidelizar a los clientes. Una carta digital es la mejor forma de sorprender, haciendo solo una pequeña inversión, a la vez que se mantiene el espíritu original del restaurante.
Destaca la vinoteca de tu restaurante con la carta digital
- Álvaro Cunqueiro
Los orígenes del vino son muy antiguos. La primera cosecha data de la Edad de Bronce y se sitúa en tierras de Mesopotamia. Desde allí se trasladó a Egipto, en torno al año 3.000 a.C., donde el cultivo de la vid alcanzó tanta notoriedad que fue representado en los grabados de algunas pirámides, y ya en aquel entonces, se concedió más valor al vino añejo, guardado en ánforas, que al nuevo.
Un buen restaurante ha de preocuparse por componer una carta completa, que incluya interesantes ofertas gastronómicas, pero también vinícolas. Así pues, es preciso recalcar la importancia de las bebidas que acompañarán a los menús, porque los clientes, sean o no expertos en vino, desearán aquellas que mejor se ajusten, en cuanto a combinación de sabores y texturas, a los platos que les sirvan, y que, asimismo, produzcan en su paladar la impresión más agradable y duradera.
A la hora de elegir qué vinos formarán parte de la carta resulta recomendable tomar en consideración el perfil de los comensales, las regiones vinícolas más cercanas, la armonía con el resto de productos y el diseño del negocio, así como el almacén del que se dispone para albergar el surtido de bebidas. De igual modo, una plantilla de camareros bien formada en estos asuntos reforzará la imagen del local. En el mismo sentido, la figura del sumiller adquiere cada vez más trascendencia, puesto que, como especialista en la materia, se ocupará del abastecimiento de la bodega del restaurante y sabrá mejor que nadie qué aconsejar a los comensales según sus necesidades y gustos.
Diversos estudios de la universidad de Valencia han revelado que los consumidores se sienten en general insatisfechos con la oferta de vinos de los restaurantes, y que, además, sus elecciones se ven fuertemente influidas por el contenido de la carta y las sugerencias del personal del establecimiento. Esto apunta a una conclusión evidente: el papel fundamental que desempeñan ambos en las preferencias de los clientes.Por tanto, la confección de la carta de vinos es de crucial importancia. La información con la que cuentan los comensales es cada vez mayor, y, por esa razón, esperan también encontrar más datos específicos (como, por ejemplo, nombres del vino y la bodega, zona de procedencia, proceso de cultivo y elaboración, añada, denominación de origen y notas de cata).
Si bien es cierto que el vino es, quizás, la bebida alcohólica que se presta a mayor número de apreciaciones pretenciosas sobre su calidad, constituye también el complemento ideal a una comida, en cuanto que ayudará a definir el impacto positivo o negativo de la misma. No en vano ha sido objeto, desde siempre, de una adoración casi mística. La Biblia se refiere a él como la «sangre de la uva», que, después de ser exprimida, fermentada y envasada, se convierte en una delicia cuyas particulares cualidades compaginarán mejor con carnes, pescados, pastas o ensaladas.
La información concerniente a cada tipo de vino es tan amplia que podría dotar a la carta de las dimensiones de un volumen enciclopédico. Por esta razón, la mejor solución estriba en recurrir al soporte de las tablets. En ellas, como ya hemos explicado en artículos anteriores (Las tablets, el nuevo mejor amigo de los restaurantes; Las 7 ventajas de la carta digital) puede presentarse de forma atractiva, innovadora y sencilla, una carta digital que recoja y estructure los menús.
Dado que reducir su número de páginas, supondría rebajar notablemente el interés de la carta, y además, obligaría a prescindir de aquellos datos que son primordiales para los amantes del vino, la vía idónea a fin de satisfacer la curiosidad de los comensales y cubrir las necesidades del sector de la restauración, está al alcance de cualquier hostelero gracias a Entrecartas. En su aplicación para tablets existe cabida suficiente para editar, configurar y modificar una buena carta de vinos, que, indiscutiblemente, hará brillar a la vinoteca del restaurante.
Tablets para mi carta digital: ¿cuáles y cuántas?
«Cualquier tecnología suficientemente avanzada es equivalente a la magia.»
(Sir Arthur C. Clarke)
Las tablets se han convertido en el elemento estrella de todos aquellos restaurantes que apuestan por las nuevas tecnologías. Algunas de las principales cadenas de comida norteamericanas, como Applebee´s o Chili´s, llevan usándolas aproximadamente desde el 2013.
Ya sea como contenedor de cartas digitales, filtros de alérgenos o encuestas de satisfacción, como instrumento de mejora de la gestión del establecimiento o para entretener a los comensales, su incorporación es, en estos días, sinónimo de vanguardia.
En anteriores entradas de este blog se ha hablado de su aprovechamiento en beneficio del negocio, y se han dado una serie de consejos para no equivocarse a la hora de elegir proveedor (las tablets, filtro de alérgenos, encuestas de satisfacción, destaca la vinoteca, proveedor de carta digital, comandas).
Pero, además de todas estas pautas, falta abordar otra cuestión al respecto que, desde luego, no es baladí: habiendo tantas alternativas en el mercado, ¿por qué modelo decantarse? ¿Cuáles son las tablets más adecuadas y cuántas deben comprarse para ofrecer un servicio de calidad?
En principio, como criterio fundamental de diferenciación, se encuentra la finalidad de su adquisición. Si las tablets van a ir destinadas a enseñar los menús a los clientes, resulta preferible que sean de más de diez pulgadas, pues la nitidez de las imágenes de la carta y el consiguiente impacto visual serán mayores. Por el contrario, en caso de dedicarlas únicamente a la gestión de las comandas, bastará con que tengan siete pulgadas, ya que su tamaño será más reducido y compacto, y los camareros podrán manejarlas con facilidad.
De cualquier modo, las tablets han de reunir una serie de características técnicas mínimas para ser eficientes y que la carta funcione con la fluidez deseada. A fin de garantizar la experiencia óptima de los consumidores, se recomienda que estén dotadas, al menos, de un giga de RAM y un procesador de 1,4 Ghz.
Los precios oscilan entre los 90 y los 120 euros, pero no hace falta contar con tantas tablets como cartas en papel, pues en el momento de consultar su contenido, los clientes las compartirán entre dos o tres de ellos. Para calcular la cantidad aproximada, bastará con dividir el número de mesas del restaurante entre una cifra de tres o cuatro; así, por ejemplo, para un local de veinte mesas, será suficiente un aprovisionamiento de cinco tablets.
En cuanto a la carta digital de Entrecartas, tiene la ventaja de haber sido diseñada para su absoluta adaptabilidad, ya que es compatible con cualquier tablet del mercado, sin importar las dimensiones de su pantalla, si bien en nuestra empresa operamos por defecto con Alcatel Pixi 3.
Por tanto, sea cuál sea la preferencia del restaurante, solo tendrá que decidirse por el modelo que mejor se ajuste a sus necesidades, y, una vez haya instalado la aplicación de Entrecartas, tendrá la oportunidad de sorprender a sus clientes y demostrar así su capacidad para renovarse al compás de los nuevos tiempos.
¿Cómo debe y cómo no debe ser tu proveedor de carta digital?
“Allí donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente.”
- Peter Drucker
Una vez se ha decidido innovar, valorar las interesantes alternativas que ofrece la tecnología e introducir una carta digital entre las novedades de un restaurante, es momento de elegir al proveedor más competente del mercado.
Lo fundamental, para no equivocarse, es analizar con minuciosidad las distintas posibilidades. Cualquiera que pretenda renovar o dinamizar su negocio con la incorporación de un nuevo producto, debe asegurarse de que su proveedor cumple una serie de requisitos indispensables. Una elección acertada marcará la diferencia y la calidad del servicio que, a su vez, se prestará a los clientes del restaurante.
A continuación se recogen las características que permiten discernir cómo debe y no debe ser un proveedor de cartas digitales. De ese modo podrá deducirse su grado de fiabilidad a la hora de contratarlo:
Cómo debe ser:
En todos los ámbitos hay rasgos comunes que caracterizan la eficiencia profesional. En este sentido, ha de ser una empresa fiable, seria y comprometida, que tenga experiencia contrastada en su sector y pueda garantizar un excelente nivel de solvencia.
Del mismo modo, y, en relación directa con lo anterior, es necesario subrayar una obviedad: la carta digital es un producto tecnológico, y, por tanto, requiere un desarrollo y un mantenimiento. A estos efectos, resulta de vital importancia que el proveedor proporcione un buen servicio técnico para resolver los problemas e incidencias que surjan en el menor tiempo posible. Y será un plus que extienda esa ayuda a otras áreas intrínsecamente vinculadas con la aplicación, como pueden serlo el alquiler de tablets o impresoras y el asesoramiento práctico para subir los menús a la carta.
La misma relevancia comporta haber constituido un equipo multidisciplinar, especializado y competente, que pueda hacerse cargo de las necesidades de un hostelero en todos los aspectos relacionados con su actividad. Para ello no bastará solo con un grupo de ingenieros informáticos que sepa desarrollar un software a la altura, sino que también hará falta tener en la plantilla a un director comercial que se relacione con los restauradores y preste atención a sus inquietudes más inmediatas, así como disponer de un personal de soporte especialmente cualificado.
Cómo no debe ser:
No serán buenas señales que el proveedor se muestre reacio a los cambios, que no asuma el deber imperativo de evolucionar en un mundo que permanece en constante mutación, así como que tampoco tenga una lista de precios definidos o interponga cientos de obstáculos para darse de baja. Además, será inevitable desconfiar de él si se muestra excesivamente lento al responder y tampoco ofrece un buen servicio de traducciones de los menús. Todos estos indicios componen una imagen muy negativa e indudablemente presagian una decepción segura.
En suma, la transparencia en la información, la vocación de ser útil y una buena gestión de los recursos, son rasgos definitorios de calidad.
Por tanto, cabe recordar que las pautas que separan la excelencia de la mediocridad han sido siempre claras y sencillas, al fin y al cabo solo es cuestión de analizar al equipo humano que se encuentra detrás de cualquier artículo o servicio. La composición heterogénea de buenos profesionales, la concepción de un producto destinado a incrementar las ganancias del sector y la atención especializada son las notas que avalan un resultado satisfactorio.
Así pues, Entrecartas se ha ganado, a fuerza de trabajo y tesón, el respeto de sus competidores, pues desde el primer momento ha aunado todos los requisitos deseables en un proveedor de cartas digitales. Pionera en un sector en auge, siempre se ha mostrado abierta a los cambios que demandan sus clientes, cuenta con un excelente servicio técnico y procura perfeccionar cada día más la calidad de sus aplicaciones.