“Allí donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente.”
– Peter Drucker
Una vez se ha decidido innovar, valorar las interesantes alternativas que ofrece la tecnología e introducir una carta digital entre las novedades de un restaurante, es momento de elegir al proveedor más competente del mercado.
Lo fundamental, para no equivocarse, es analizar con minuciosidad las distintas posibilidades. Cualquiera que pretenda renovar o dinamizar su negocio con la incorporación de un nuevo producto, debe asegurarse de que su proveedor cumple una serie de requisitos indispensables. Una elección acertada marcará la diferencia y la calidad del servicio que, a su vez, se prestará a los clientes del restaurante.
A continuación se recogen las características que permiten discernir cómo debe y no debe ser un proveedor de cartas digitales. De ese modo podrá deducirse su grado de fiabilidad a la hora de contratarlo:
Cómo debe ser:
En todos los ámbitos hay rasgos comunes que caracterizan la eficiencia profesional. En este sentido, ha de ser una empresa fiable, seria y comprometida, que tenga experiencia contrastada en su sector y pueda garantizar un excelente nivel de solvencia.
Del mismo modo, y, en relación directa con lo anterior, es necesario subrayar una obviedad: la carta digital es un producto tecnológico, y, por tanto, requiere un desarrollo y un mantenimiento. A estos efectos, resulta de vital importancia que el proveedor proporcione un buen servicio técnico para resolver los problemas e incidencias que surjan en el menor tiempo posible. Y será un plus que extienda esa ayuda a otras áreas intrínsecamente vinculadas con la aplicación, como pueden serlo el alquiler de tablets o impresoras y el asesoramiento práctico para subir los menús a la carta.
La misma relevancia comporta haber constituido un equipo multidisciplinar, especializado y competente, que pueda hacerse cargo de las necesidades de un hostelero en todos los aspectos relacionados con su actividad. Para ello no bastará solo con un grupo de ingenieros informáticos que sepa desarrollar un software a la altura, sino que también hará falta tener en la plantilla a un director comercial que se relacione con los restauradores y preste atención a sus inquietudes más inmediatas, así como disponer de un personal de soporte especialmente cualificado.
Cómo no debe ser:
No serán buenas señales que el proveedor se muestre reacio a los cambios, que no asuma el deber imperativo de evolucionar en un mundo que permanece en constante mutación, así como que tampoco tenga una lista de precios definidos o interponga cientos de obstáculos para darse de baja. Además, será inevitable desconfiar de él si se muestra excesivamente lento al responder y tampoco ofrece un buen servicio de traducciones de los menús. Todos estos indicios componen una imagen muy negativa e indudablemente presagian una decepción segura.
En suma, la transparencia en la información, la vocación de ser útil y una buena gestión de los recursos, son rasgos definitorios de calidad.
Por tanto, cabe recordar que las pautas que separan la excelencia de la mediocridad han sido siempre claras y sencillas, al fin y al cabo solo es cuestión de analizar al equipo humano que se encuentra detrás de cualquier artículo o servicio. La composición heterogénea de buenos profesionales, la concepción de un producto destinado a incrementar las ganancias del sector y la atención especializada son las notas que avalan un resultado satisfactorio.
Así pues, Entrecartas se ha ganado, a fuerza de trabajo y tesón, el respeto de sus competidores, pues desde el primer momento ha aunado todos los requisitos deseables en un proveedor de cartas digitales. Pionera en un sector en auge, siempre se ha mostrado abierta a los cambios que demandan sus clientes, cuenta con un excelente servicio técnico y procura perfeccionar cada día más la calidad de sus aplicaciones.